Los mahi-mahi presentan colores llamativos, con brillos dorados en los laterales, azul y verde metalizado en la parte superior y blanca o amarilla en la parte inferior. Los más jóvenes pueden tener algunas manchas como barras verticales a los lados. Crecen muy rápido, y pueden llegar a medir 2 metros (7 pies) y pesar más de 80 libras. Los machos tienen una cresta ósea en la frente, en forma cuadrada. Las hembras tienen la cabeza redonda sin cresta y su tamaño es menor.
El mahi-mahi o Dorado habita en la superficie de las aguas abiertas en alta mar, entre 5 y 10 m de profundidad. Forma grandes cardúmenes que migran por aguas tropicales y subtropicales. Se encuentra en el océano Pacífico, el Atlántico, por lo que ocasionalmente podemos encontrarlos cerca de la costa. El Dorado se encuentra presente en aguas del mar Caribe y los Océanos Atlántico, Índico y Pacífico.
La carne de mahi-mahi es blanca, suave y de textura firme. Tiene un sabor dulce suave y es bajo en grasa. Los filetes se reconocen por una línea central de color rojo-café, que puede variar entre más clara y más oscura. Las fibras del músculo del filete presentan una coloración blanco-hueso, que se oscurece con el refrigerado y van en dirección a la cola, contrarias en la parte alta a la parte baja del filete. Se puede preparar al horno, frito, a la parrilla, salteado y asado.